¡Somos equipo!




Por Jacqueline Estrada 

Saber trabajar en equipo es un aprendizaje que poco se nos enseña o nula importancia adquiere. Una consecuencia del sistema educativo se encuentra en la incapacidad que tenemos para el trabajo organizado con otras personas. Es común que día a día las actividades sean cada vez más individualizadas. Ya no se necesita de otra persona para hacer la mayoría de nuestras actividades, incluso el objetivo es generar inteligencia artificial para 'simplificar' la vida humana.
Sin embargo, vería con desconfianza la supuesta revolución tecnológica con miras a simplificar nuestra vida, dado que acarrea problemas como los que se generaron durante la Revolución Industrial en el S. XIX, principalmente que la gente no dueña de los medios de producción se vio desplazada de su trabajo, con su fuerza de trabajo aún más infravalorada, dado que una máquina pudo reemplazarles. No es la búsqueda y desarrollo de la humanidad en sí misma el problema de la individualización, la humanidad seguirá desarrollándose inevitablemente, se seguirán buscando soluciones en la ciencia a problemas de salud, a problemas con el medio ambiente y los que tienen que ver con los problemas en sociedad.
El problema recae en las características que tiene ese desarrollo que puede ser tendiente a incentivar el trabajo 'productivo e individualizante' o bien puede fomentar la participación en comunidad. Estas características buscadas por cada modelo de desarrollo se ven reflejadas en las instituciones escolares, razón por la cual una educación que privilegia los méritos individuales, la competencia y la capacidad de la persona para no necesitar de nadie para resolver las exigencias del mundo, se convierte en modelo de éxito.
¿Qué modelo queremos que impere? El modelo individualizante a mi parecer, tiene consecuencias graves. El principal es que se pierde la capacidad para relacionarse con otras personas de manera profunda, reflexiva y sensible. Se pierde también la capacidad de diálogo, de pensamiento autónomo y no existe, o muy poca, la capacidad para resolver conflictos de manera no violenta. Aunado que al no tener esta capacidad de relación, tampoco se pueden imaginar nuevas formas de construcción del mundo social. Es por eso que no se sabe trabajar en equipo y mucho menos se tiene el aprendizaje para resolver conflictos.
Todo lo anterior me ha hecho ruido desde que una vez una amiga dijo: “sola lo hago más rápido, pero en equipo llego más lejos”. Totalmente cierto. Ese dicho parte de una reflexión del quehacer en individual y de una posición de preferir el trabajo conjunto. Debe aplaudirse la capacidad de trabajo en equipo y aplaudirse que desde esa 'mónada' se haga frente a los conflictos para llegar a un punto compartido. Pienso en mónadas que se relacionan desde la diferencia sin violentarse generadoras de relaciones con sentido, profundidad y cariño. Porque como dice otra amiga akelarreana, ¡somos equipo!.
Mónada: Leibniz (filósofo alemán) la ha definido como la última unidad simple e indivisible que constituye en sí una imagen esencial del universo. En este escrito se ha usado este concepto a la manera de Gabriel Tarde, cuando al referirse a las relaciones sociales, explica que una 'mónada' es la unidad singular pero que al mismo tiempo es multiplicidad porque contiene todas las relaciones que constituyen el mundo donde está implicada. Es singularidad, porque sólo expresa claramente una parte de este conjunto de relaciones.  
(consultado el 30 de abril 2017 en http://www.observacionesfilosoficas.net/laneomonado.html)

Mas Naciendo- Jimena Vio 

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