Algunas reflexiones sobre la marcha #JusticiaParaMara

Ilustración de Jimena Vio

 Por Jacqueline Estrada

 

 El día de ayer se llevó a cabo una marcha en Xalapa para exigir justicia por este feminicidio. Resulta indignante este caso así como todos los feminicidios, desapariciones y violencias que se cometen contra las mujeres día a día. Observando lo que se publicaba en Facebook y en las noticias, había todo tipo de comentarios alrededor de este caso. Que porqué este caso sí causa indignación y moviliza al país, que porqué no sucede lo mismo con otros casos. Que qué hay de los hombres honestos que son asesinados, ahí sí no hay marchas. Que porqué se excluye a los hombres de algunos contingentes que marcharon en Ciudad de México. Todo acaba girando en los “hombres” que se sienten excluidos. Caramba, leí más este tipo de comentarios que tratar de hacer una discusión seria de todo lo que conlleva el feminicidio. Hago un llamado para que no se nos vaya el tiempo en este tipo de discusiones, ya que de por medio hay un tema fuerte, el mensaje social que se da cuando se comete un feminicidio. Éste es una prueba más del mundo patriarcal y androcéntrico socialmente construido. Que tiene como fundamento la misoginia y que se manifiesta cuando se denigra, se lastima y se violenta a las mujeres. Ahí deberíamos de estar comentando qué onda con la jerarquía del poder sexual que tienen los hombres (no es casualidad que en la mayoría de los feminicidios exista violencia sexual o bien que se cometen actos denigrantes en los cuerpos de las mujeres) hasta la evidente responsabilidad del Estado para no seguir institucionalizando la impunidad.

Ahh porque el Estado también se hace cómplice. Ayer en la marcha una de las consignas que gritábamos era: ¡Estado omiso, también es asesino! Pues bien, toda razón tiene esta consigna porque en la Convención Belem do Pará que México ratificó en 1998 este instrumento reconoce que la violencia contra las mujeres no sólo se da en los ámbitos privado, familiar o comunitario. Si no que el Estado es responsable de lo que ocurre en esos ámbitos y que éste ejerce violencia contra las mujeres al no tomar medidas para prevenir, investigar, juzgar, sancionar y castigar dicha violencia.

Evidentemente esta entrada no está escrita desde una visión anárquica (respeto y me gustaría hablar con mis amigues que sí están viendo desde acá y tienen ideas bien chidas al respecto) por lo cual me permito opinar que sí, el Estado omiso también es asesino. Punto para las feministas que sacaron esta consigna. Así mismo nuestra incidencia debe seguir puesta en seguir de cerca, proponiendo, debatiendo, haciendo y apoyando también a las personas aliadas en las Instituciones para hacer la observancia sobre cuáles son las medidas que está tomando el Estado para prevenir, investigar, juzgar, sancionar y castigar la violencia que se ejerce contra las mujeres. Por ejemplo, ¿qué onda con los presupuestos para llevar a cabo el plan de trabajo de la Alerta de Violencia de Género en Veracruz? 

Pasando a otro tema y comentando con amigas y compañeras, caíamos en cuenta del papel tan decisorio de los medios de comunicación para poner atención sobre los casos de violencia. No es que seamos selectivas con los casos y que unos cuenten más que otros. Es que hay casos (de violencia de género, de feminicidios, de desapariciones, etc) de los que se tienen más información y se les da mayor cobertura. Me parece que así debería ser con todos los casos, tener información veraz y cobertura amplia. La exigencia debe estar puesta en que todos los casos se apliquen los protocolos existentes y que se tenga una investigación exhaustiva. Así como que las personas encargadas de llevar acabo dichos protocolos cuenten con perspectiva de género y se encuentren totalmente comprometidas y sensibilizadas.

Todos los casos son igual de indignantes y me encantaría que cada vez que se comete algún tipo de violencia fuera suficiente para movilizarnos colectivamente tanto para que quienes son víctimas recobren su integridad y gocen efectivamente de una vida libre de violencia. 

No podemos dejar de seguir este caso, en apoyar a la familia, en alzar la voz y seguirnos movilizando hasta tener #JusticiaparaMara y acabar con esta barbarie llamada feminicidios.

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