No es normal. Una apuesta
Por Eren Esperón Una mujer sale de una fiesta por la noche, camina, pide un taxi, no lo consigue; transita por el pasaje subterráneo, ella camina, un hombre la sigue hasta alcanzarla y abusar sexualmente de ella. La secuencia larga, cruda, cruenta del filme Irreversible (2002) se ancla en la memoria para mostrar similitudes. Sea París, Buenos Aires, Ciudad de México o Veracruz, la situación es latente, para nosotras salir, andar por el espacio público, siempre es un riesgo, más aún en un terreno de “guerra civil económica” (Schedler, 2011) como la que se vive en México. Si salir es un riesgo, quedarse en casa también lo es, no es fortuito el alto número de agresiones y asesinatos de mujeres a manos de sus parejas, familiares, amigos y conocidos. En las dinámicas del poder, la pretensión es dominar a los otros. La construcción binaria ha sido fundamental para ello, el mundo dividido en dos: bueno-malo, blanco-negro, normal-anormal, ha dado pie a desdibujar los matices, a cues...